sábado, 5 de enero de 2013


REDISTRIBUYAMOS LA ESPERANZA

J. Osiris mota

La desigualdad de las sociedades y su aceleración en la época moderna, como vemos en las estadísticas, ha venido como consecuencia de la propia operatividad del libre mercado, que muchas veces es más fuerte que la propia voluntad de las clases políticas, a pesar de que algunos hayan intentado demagógicamente  zafarse de las directrices de las clases dominantes.

Y es que no  deja de tener un costo político luchar contra la desigualdad, porque aun aquellas políticas populistas que caen como llovizna salvadora a las masas son ungüentos para aliviar el descontento, pero en nada contribuyen a disminuir la desigualdad, que crece con mayor fuerza a pesar de los grades avances de la humanidad sobre todo en los aspectos tecnológicos.  Medidas  que solo sirven para mantener el status quo imperante.

En la antigüedad y  para muchos aun, el derecho le permitía  a los más fuertes a las clases sociales de la cúspides, a los oligarcas y burgueses hacer lo que su poder le permitiera, sin embargo los débiles sufrir lo que debían. Y  en muchos casos, era incluso por voluntad divina, lo que en América fuera rechazado por el padre Montesino en su sermón de adviento, en 1511.

La desigualdad tan marcada está poniendo en peligro la paz y el progreso de las naciones, pero es aun ignorada por el afán de lucro de las clases más pudientes que son cada vez por desgracia, menos y de sus lacayos políticos, que no alcanzan a ver que el mundo le pertenece, y que el menoscabo de sus bondades le va erosionando la libertad de disfrutarlo e incluso de explotarlo, y nosotros tenemos aquí un buen ejemplo con los generadores de energía que se oponen a ser más equitativos y reducir sus beneficios en favor de los que menos pueden, sobre todo mientras puedan chantajear a los gobiernos bajándole los brecker.

Los Dominicanos debemos valorar y apoyar las iniciativa del presidente Danilo Medina, un discípulo de Juan Bosch con una sensibilidad social capaz de sufrir la desigualdad que se como poco a poco la tranquilidad, la paz de los dominicanos. El presidente Medina ha iniciado un hermoso proceso de distribución del presupuesto del Estado mas allá de lo que las fuerzas se lo permiten para que el bienestar alcance a las clases medias, e ir en auxilio de los más débiles, como una política de Estado responsable, democrática con un sentido y visión de desarrollo sostenible, como son todas sus medidas, acciones y decisiones que  ha impulsado.

Manos a la obra, es un gran lema para terminar con el analfabetismo  para educar mejor a nuestros hijos con un mayor sacrificio, por un apoyo a los pequeños empresarios, por un Estado más responsable, transparente y equitativo, por un gobierno Ético y Moral.

SI LA SOCIEDAD NO VALORA, Y NO APOYA ESTE HERMOSO PROYECTO DE NACIÓN DEL PRESIDENTE MEDINA, preparémonos para llorar lagrimas de sangre. QUE VIVA LA ESPERANZA.

Enero, 2013