REDISTRIBUYAMOS LA ESPERANZA
J. Osiris mota
La desigualdad de las sociedades y su aceleración en la época moderna, como
vemos en las estadísticas, ha venido como consecuencia de la propia
operatividad del libre mercado, que muchas veces es más fuerte que la propia
voluntad de las clases políticas, a pesar de que algunos hayan intentado demagógicamente
zafarse de las directrices de las clases
dominantes.
Y es que no deja de tener un costo político
luchar contra la desigualdad, porque aun aquellas políticas populistas que caen
como llovizna salvadora a las masas son ungüentos para aliviar el descontento,
pero en nada contribuyen a disminuir la desigualdad, que crece con mayor fuerza
a pesar de los grades avances de la humanidad sobre todo en los aspectos tecnológicos. Medidas que solo sirven para mantener el status quo
imperante.
En la antigüedad y para muchos aun,
el derecho le permitía a los más fuertes
a las clases sociales de la cúspides, a los oligarcas y burgueses hacer lo que
su poder le permitiera, sin embargo los débiles sufrir lo que debían. Y en muchos casos, era incluso por voluntad
divina, lo que en América fuera rechazado por el padre Montesino en su sermón
de adviento, en 1511.
La desigualdad tan marcada está poniendo en peligro la paz y el progreso de
las naciones, pero es aun ignorada por el afán de lucro de las clases más
pudientes que son cada vez por desgracia, menos y de sus lacayos políticos, que
no alcanzan a ver que el mundo le pertenece, y que el menoscabo de sus bondades
le va erosionando la libertad de disfrutarlo e incluso de explotarlo, y
nosotros tenemos aquí un buen ejemplo con los generadores de energía que se
oponen a ser más equitativos y reducir sus beneficios en favor de los que menos
pueden, sobre todo mientras puedan chantajear a los gobiernos bajándole los brecker.
Los Dominicanos debemos valorar y apoyar las iniciativa del presidente
Danilo Medina, un discípulo de Juan Bosch con una sensibilidad social capaz de
sufrir la desigualdad que se como poco a poco la tranquilidad, la paz de los
dominicanos. El presidente Medina ha iniciado un hermoso proceso de distribución
del presupuesto del Estado mas allá de lo que las fuerzas se lo permiten para
que el bienestar alcance a las clases medias, e ir en auxilio de los más débiles,
como una política de Estado responsable, democrática con un sentido y visión de
desarrollo sostenible, como son todas sus medidas, acciones y decisiones que ha impulsado.
Manos a la obra, es un gran lema para terminar con el analfabetismo para
educar mejor a nuestros hijos con un mayor sacrificio, por un apoyo a los pequeños
empresarios, por un Estado más responsable, transparente y equitativo, por un
gobierno Ético y Moral.
SI LA SOCIEDAD NO VALORA, Y NO APOYA ESTE HERMOSO PROYECTO DE NACIÓN DEL
PRESIDENTE MEDINA, preparémonos para llorar lagrimas de sangre. QUE VIVA LA
ESPERANZA.
Enero, 2013