J. Osiris Mota
1ero. de abril, 2012
Hoy cuando nos encontramos en una lucha política por el poder, muchos temas se traen al debate, no porque le interese a los interlocutores, la profundización y solución de los problemas en sí, más bien por la creencia de que el tema le merezca unos cuantos votos más y el descredito del contrario, como el caso de las acusaciones de corrupción de unos contra otros y viceversa, olvidándose tan pronto pasa la campana, de los agravios con lo que mantuvieron el circo.
Pero soy de los que piensa, que la sociedad está madurando y que si no lo reclama a voz en cuello está a punto de hacerlo, para que nuestros políticos cambien esta actitud y modo de hacer política que nos empobrecen al impedirnos evocar y emplearnos en las tareas urgentes de enfrentar juntos los males reales de la pobreza que gangrena las esperanzas del 50% de los dominicanos.
Ya existen muchos jóvenes y medios que reclaman una campaña mas asertiva, así como reclaman un cuidado mejor al medioambiente, y una inversión mayor en educación. Pero también la necesidad del imperio de la ley, como imperativo del devenir de toda sociedad moderna.
El candidato del PLD, Danilo Medina dijo, contestando una pregunta, ante la cámara Americana de Comercio, que la sociedad demanda una reforma fiscal integrar, que no solo involucre los impuestos, también la calidad de la inversión y el gasto publico, pero para ello debemos dejar de vernos unos como ladrones y otros como evasores. Y es tal vez la razón por la que ninguno se imponen los propósitos y responsabilidades que la sociedad le demanda, para tener los recursos necesarios y la calidad gerencial para salir con más velocidad del atolladero .
La solución a nuestros problemas están en nuestras manos, pero juntos, de lo contrario nos seguiremos rasgando la vestidura sin conseguir logros significativos, por lo que, el que gane la próxima contienda electoral, deberá convocar a toda la nación para diseñar juntos los proyectos que nos garantizaran construir el país que aspiramos, sin que nuestras diferencias nos impidan aprovechar la fuerza de sintonizar nuestras coincidencias. El país lo requiere, lo más pronto posible.
