jueves, 31 de diciembre de 2009

2010: LA RESPONSABILIDAD SOCIAL DE LA PLANEACION




J. Osiris Mota
31 de Diciembre, 2009

Todos aspiramos a tener cada vez mejor situación y en definitiva, aunque no asumamos el cambio como una dialéctica, y que nos sentamos seguros con el Status Quo, se debe al temor de perder la seguridad que se va desarrollando con el conocimiento del entorno cuando nos consideramos con el control.


El calendario gregoriano, nos indica que llegamos al fin de un corte del tiempo, donde la tierra ha dado un giro completo alrededor del sol, y como nada puede detenerse, inicia un nuevo periodo, un nuevo año, como ha de iniciar en la organización social, un nuevo presupuesto, el periodo fiscal de las empresas, para los impuestos, el nuevo año escolar, en fin, la organización que nos demanda que debemos contar con planes para el periodo que inicia a partir del amanecer de mañana.


Los individuos tendemos a elaborar planes cuanto más bienes y relación tenemos con el entorno, con el mercado, con otros elementos que interactúan con nuestras acciones, y ello es vital para el mantenimiento y desarrollo de las responsabilidades asumidas, con el fin de obtener logros.


La generalidad de la gente, de los ciudadanos, no elabora planes, o no le da a su vida, a su cotidianidad, la disciplina de someterse a planes y mucho menos de evaluar y corregir el rumbo o los errores para lograr con éxitos metas especificas.


Pero cada vez, el desarrollo que va alcanzando nuestra sociedad, nos obliga a todos planear las acciones que desarrollaremos en cada nuevo periodo de tiempo que comience, con el propósito de que los resultados sean los mejores con el esfuerzo optimo y el mínimo de inversión de recursos.


Un elemento que no podemos perder de vista a la hora de planear nuestras acciones, es que no estamos solo, y que el éxito de nuestras vidas, siempre dependerá del éxito de las que con nosotros interactúan en la sociedad, porque de lo contrario tendremos logros parciales y efímeros, con una carga de angustias y stress que nos llevaran a entrar a las estadísticas de los enfermos.


Nadie es tan insignificante que no tenga responsabilidad social, que no tenga deberes, y en la medida que cumplamos con nuestras obligaciones, tendremos más derechos de exigir a los demás el cumplimiento de los suyos. Eso y solo eso, encaminara nuestra sociedad por el camino del bienestar con equidad y justicia social, lo que debes ser parte integral de nuestros planes.


Debemos planear nuestras acciones basada en la responsabilidades que nos han delegado, pero tomando en cuenta que compartimos el espacio y el tiempo como en una carretera con otros vehículos, y que dependerá de nuestra disciplina al conducir para que nosotros, los míos y ellos lleguen a su meta a sus objetivos, y cuanto más grande sea el equipo, el vehículo que conducimos, mayores serán nuestras responsabilidades sociales.

martes, 22 de diciembre de 2009

LA CRISIS MORAL DEL PLD Y LA SOCIEDAD.

J. Osiris Mota | perspectivaciudadana.com | 21-12-2009
Doña Mechi Sabater de Macarrulla, legendaria peledeísta miembro del C.C. del PLD, aprovechó un acto de premiación para decir frente al presidente de la República Leonel Fernández, además presidente de su partido, que aspiraba a que la organización volviera a retomar los principios del boschismo afectado seriamente por la apertura que se asumió sin regla ni control más que por el interés de retomar el poder por el poder.

La combativa peledeísta de tantos años hizo de vocera de miles y tal vez cientos de miles de peledeístas que no tienen ni el valor ni la oportunidad de molestar los oídos de la dirección máxima del partido con solicitudes disonantes al poder partidario.

El partido ha sufrido grandes crisis en el correr de su existencia. Tuvo la crisis política ideológica de los 70s con los Fiallos y luego le sobrevino la crisis de metodología que terminó con la salida de Rafael Alburquerque, entre otras muchas que no pasaron de conatos, gracias al gran liderazgo de Juan Bosch con sus grandes dotes de organizador.

Hoy nadie puede negar que el PLD está ante una crisis moral, que sacude a la organización en toda su estructura, y que pone en riesgo lo que preocupa a doña Mechi y a una buena parte de la militancia peledeista, como son los enunciados principales del partido que fueron completar la obra de Juan Pablo Duarte y alcanzar la liberación, cumpliendo con un hermoso lema de servir al partido para servir al pueblo, que aún se repite hoy en día como papagayos.

En realidad, la sociedad entera está afectada hoy por una crisis moral, que nos empuja a todos al abismo, pero son sus organizaciones políticas, sus líderes, los llamados a sacrificarse, a esforzarse por enderezar el rumbo.

Los militantes comprometidos con los principios que originaron este hermoso proyecto, deben despertar de su letargo. No esperar acontecimientos extraños y adversos al desarrollo natural de las contradicciones históricas.

De las entrañas del partido debe nacer su reivindicación y empujar a la Dirección a tomar las medidas necesarias para un partido que contribuya y se integre al trabajo positivo por el desarrollo, a la crítica constructiva y al fortalecimiento de la institucionalidad del partido y del gobierno.

Mantener el poder para que unos cuantos se hagan ricos y destruyan la moral del partido burlando los esfuerzos de todos y principalmente, pisoteando los ideales de Juan Bosch, no tiene sentido.

Santo Domingo, 21 de diciembre de 2009

temas relacionados: | política | boschinchando |

PROPUESTA ACOGIDA POR INTERIO Y POLICIA 2005.


Economía


Pide crear fideicomiso para administrar indemnizaría
a lesionados por balas 10:03 PM





Osiris Mota

El empresario del sector seguros Osiris Mota propuso un proyecto para convertir el tributo que pagan las armas de fuego para indemnizar a los lesionados o familiares de los muertos por balas en un fideicomiso que administre los recursos generados por ese gravamen para atender los daños causados a las personas con esas armas.
Mota consideró que aunque el gravamen ha generado en los últimos tres años una suma que se puede acercar a los 400 millones de pesos, no ha servido para indemnizar a las personas que han sido baleadas o a las familias de los muertos debido a que en muchos casos los daños han sido causados por armas desconocidas.
Explicó que el gravamen creado en la administración pasada no fue elaborado "sobre bases técnicas ni con la aprobación de la Superintendencia de Seguros".
"Actualmente existe una póliza que cubre responsabilidad civil por lesiones de balas perdidas, la cual entendemos que no se puede llamar responsabilidad civil ni basada sobre los criterios fundamentales del seguro, por lo que más bien fue creado con el propósito deliberado de beneficiar algunas a personas o funcionarios, ya que no fue nacional con el costo de la prima, la cantidad de armas y los supuestos actos a cubrir".
Además, dijo que ese gravamen "no ha servido de mucho por cuanto la mayoría de los lesionados o muertos son con armas desconocidas, además de que la indemnizaciones son insuficientes".
Explicó que por esa razón el "gravamen no ha servido para solucionar el problema".
"Nuestro proyecto tiene como principio utilizar la existencia del tributo sobre las licencias para convertirlo en un fideicomiso, que cree los fondos suficientes para resolver todos los casos en general derivados de estas situaciones, sobre todo tomando en cuenta que cada día el problema será de mayor carga social y económica para el Estado".
Explicó que la implementación de ese proyecto no chocaría con ninguna de las leyes establecidas.
Planteó que "la gran cantidad de armas de fuego en manos de civiles y militares, en una sociedad moderna y con una institucionalidad débil y permeable, trae como consecuencia muchos conflictos y sucesos que terminan en riñas, lesionados, muertos, daños morales y materiales".
Planteó que el proyecto que propone dotaría a la Secretaría de Interior y Policía, sin crear nuevos impuestos, de los fondos necesarios para cubrir los costos de los lesionados y/o sepelios e indemnización de los ciudadanos civiles y militares o policiales que sufran lesiones producto del uso de armas de fuego".
Dijo que también se busca indemnizar a la familia de los policías que caigan o queden invalidado en el cumplimiento de su deber y hacer publicidad dirigida por la Secretaría de Interior y Policía, para orientar sobre este problema.
También el programa permitiría, según explicó, implementar métodos más modernos y efectivos en el combate contra el crimen, a tyrav{es de la tecnología.

FALTA UN PROGRAMA GENERAL

J. Osiris Mota
12 de Dic. 2009
Nuestro congreso tiene en sus manos la responsabilidad de modificar el presupuesto de la nación para el 2010 por una suma que si la comparamos con el presupuesto del gobierno de Juan Bosch que fue menor de 70 millones de peos, nos daría una visión extraordinaria del monto de dinero, donde los congresistas tendrán mucho que hacer.

Dos renglones sin embargo son los de mayor atención de los ciudadanos que le preocupa el porvenir de la nación, donde deben detenerse los congresista para ejercer su derecho de independencia del Poder Ejecutivo como son Educación y Salud.

Nuestra nación ha logrado muchos avance en los últimos tiempo gracia a la gestión del los gobiernos del PLD y su presidente Fernandez, pero aun nuestro país sigue ocupando los últimos lugares en la formación de nuestros hijos, lo que no garantiza que el futuro sea mejor de lo que tenemos hoy.
Pero no solo dinero necesita nuestra escuela, también requiere de una campaña nacional que involucre a todos en la responsabilidad de transformar la educación del país. Con el objetivo de crear el nuevo ciudadano que requieren la Nación y el mundo.

Debemos mejorar la calidad de vida de nuestros maestros, pero debemos exigirle más de ellos.
Debemos construir las escuelas necesarias para mantener la cantidad de alumnos adecuado por aula.
Debemos garantizar las horas vitales de clases para completar el pensum, y mejorar la disciplina del maestro y del estudiante sobre su responsabilidad social ante el compromiso.
Debemos integrar a los padres y vecinos de las escuelas a una supervisión y cuidado de nuestros hijos para protegerlo de la delincuencia y el narcotráfico, lo que no se combate con verjas ni alambradas.
Todos ello requiere recursos, pero requiere de una buena planificación efectiva y eficiente donde se involucren además de la Secretaria de Educ. La sec. De Salud, Deporte e interior y policía etc.
Pero debemos vencer el mal de las repeticiones de cursos de nuestros niños por la poca capacidad cerebral producto de una mala alimentación.

El gobierno no puede cerrar los ojos ante el problema, porque de lo contrario, estaremos transportando en los modernos metros, delincuentes y tarados.
El mejor medio de vencer la pobreza es educando los pobres, y ellos de por si no tienen los medios para hacerlo, por lo que el Estado está en la obligación constitucional de hacer lo porque la situación actual lo que está creando son almacenes de futuros delincuentes.

Una sociedad que no atiende a sus niños, no puede lograr el desarrollo bajo ninguna circunstancias, y eso lo saben muy bien nuestros gobernantes, por lo que debemos priorizar los pocos recursos de la Nación, porque no servirán las obras faraónicas, con un pueblo muerto de hambre y de ignorancia que no sepa reconocer su importancia.

lunes, 7 de diciembre de 2009

LA DEMOCRACIA NECESITA UN PARTIDO PARA CAZARLO

La permisibilidad de los partidos
J. Osiris Mota
lunes, 7 de diciembre de 2009, 08:19 a.m.
Las direcciones de los partidos han venido siendo muy permisivas por años, en pos de cosechar beneficios de momento, aceptando transfuguismos, violaciones, actos deshonestos de sus miembros sin que hayan recibido castigo, con lo que la cultura del fraude y la impunidad se encuentren aposentadas en sus organismos.

Estos males han echado raíces en su militancia, a tal grado que hoy no pueden ni siquiera llevar a cabo un proceso electoral transparente, con la suficiente legitimidad para sus candidaturas. Pero menos pueden exigir a sus elegidos la lealtad y el comportamiento pulcro en beneficio de una labor legislativa y municipal que rinda los beneficios requeridos a la población, haciendo lo que les conviene a sus bolsillos sin que sean sancionados. Guardando las excepciones.

Los partidos están repletos de las secuelas de estos males, que se incrementan demasiado rápido, pero que aun no sirve de alarma para que las direcciones tomen acciones suficientes para enmendar dichas aberraciones, que se lo va tragando como un cáncer agresivo. Y de otra parte la población, una por pobreza y otra por desidia no participa en la toma de decisiones a favor de cambios.

La sociedad enfrenta una gran crisis a pocos metros, porque antes podíamos conseguir que los partidos o que cualquier persona con dignidad y sin dinero pudiera obtener una candidatura, como lo fueron entre otros, Botello, Bido, Medina, Kacce Acta, Lidio Cadet etc. en el PLD; Doña Milagros Bosch, Ivelises Perez etc. en el PRD, que llegaron a conquistar escaños. Ahora cualquier pelafustán se presenta con un fardo de pesos, sin que nadie averigüe de donde salen, y se alza con la candidatura de un partido, aplastando los años de trabajo y dedicación de cualquier militante dedicado y honesto de nuestros barrios.

Los anti valores están imponiéndose en las direcciones de los partidos, de los estamentos del Estado, y aun esto no preocupa a las direcciones de las instituciones responsables de velar por el futuro democrático del país. Y con ello, sirviendo de caldo de cultivo a todos los males sociales, como lo son el narcotráfico, la delincuencia y la corrupción.

Las direcciones de los partidos, creen encontrar la panacea a sus males de dirección y elecciones, con la Ley de Partido que cursa en el congreso. Con esta pretenden que sus primarias no se los traguen, al entregarle la dirección de la misma a un organismo externos como la JCE. Ahora tendremos que ver cuáles serán los trucos y las farsas que se montaran alrededor de la misma para pretender burlarla y mantener los organismos de direcciones de los partidos y del Estado, contaminado por elementos sin escrúpulo.

Es pertinente que la sociedad y las instituciones, jueguen su papel involucrándose para lograr rescatar las direcciones de los estamentos político que mantienen la democracia en pies. Y del otro lado, los hombres y mujeres de los partidos, que aun creen en sus organizaciones deben ser más enérgicos en la defensa de sus derechos, y no dejarse arrebatar sus organizaciones que les ha costado tanto sacrificios, sueños y esperanzas.
Hasta la próxima, Quisqueyanos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

PROYECTO BARRIAL POR LA PAZ

J. Osiris Mota
2 de Dic. 2009

Nuestros barrios necesitan algo más que policías vigilándolos en su azarosa cotidianidad de angustia por la carencia de los elementos básico de la vida social.

Las familias necesitan esperanzas para mantener el rumbo de una vida viable, con acciones reales que paso a paso se vayan encaminando al fin de la pobreza alejado de la desesperanza el vicio y la delincuencia.

El 2004 sometí al incumbente de Interior y Policía un proyecto de FIDEICOMISO para auxiliar a los heridos de BALAS PERDIDAS y a las familias de los policías caídos en el ejercicio de sus funciones, entre otras cosas. Actualmente no se tiene mucha información sobre el particular. Hoy siento la necesidad de hacer otra propuesta que espero tenga la suerte de ser entendida.

Plan Mitigación del Delito:

Nuestros barrios necesitan más asistencia social objetiva, lo que la Secretaria de Interior y Policía y SOLIDARIDAD en conjunto pueden llevar a cabo. El plan consiste en escoger y entrenar una mujer por cada mil habitantes de los barrios, que vivan permanentemente en su zona de trabajo, reconocida por todos y escogida democráticamente sin sesgo político. Estas promotoras barriales por la paz y la esperanza, podrían supervisar y potencializar los objetivos de los tarjetahabiente de Solidaridad, y otras acciones Estatales existente.

Objetivo:


Prevención consumo droga, y Maltrato familiar, asistencia de salubridad y frecuencia educativa de los niños hasta la segundaria. Pero también podrían llevar reporte de situaciones y tendencias anormales, como también apoyo a las campañas institucionales de organismos nacionales, etc.

Personal y presupuesto:

El costo de este proyecto, podría llevarse a cabo con las mismas recaudaciones del FIDEICOMISO DE BALA PERDIDA en principio como plan piloto para cubrir 500mil personas, o barrios con poblaciones por esta cifra.

Este plan debe ser dirigido por un Sociólogo con entrenamiento y conocimiento de conducta humana y de grupo o familiar. 25 Instructores supervisores y 500 mujeres y una oficina Administrativa de seguimiento y estadísticas.

Con los precios de mercado, estamos hablando de un presupuesto mensual de RD$3,500,000. O sea, que la inversion anual seria menos de 50 millones.

Los equipos de trabajo compuesto por los instructores coordinadores y las promotoras de paz y esperanza, como la llamaríamos, llevarían a cabo sus operaciones educativas y sociales en las mismas escuelas y colegios de los barrios en coordinación con los directores y profesores de los planteles, procurando siempre una mejor participación de los protagonistas barriales como son los dueños de colmados, pequeños empresarios, lideres deportivos, etc.

Vale la pena intentar este programa de acción por la paz y la esperanza en los barrios y medir su efectividad para irlo extendiendo en la medida de las posibilidades económicas del gobierno, por todos los barrios. Lo que sería una acción directa sobre los males.

Un termómetro constante que nos ayudarían a reducir pobreza con acciones objetivas sobre casos reales. Identificación de oportunidades de trabajo y de acciones colectivas que ayuden el crecimiento de la gente mediante la integración en acciones deportivas y sociales , religiosas y de trabajo con resultados inmediato requiriendo un mínimo de inversión que podría asumir el Estado sin sacrificio, mientras se contribuye a curar las heridas del abandono de muchos años a nuestros barrios.

martes, 1 de diciembre de 2009

QUISQUEYA NECESITA UN PLAN CONTRA EL HAMBRE

El programa hambre cero en Brasil
Frei Betto
Como asesor especial del presidente (Luiz Inacio) Lula (da Silva) para la
movilización social del Programa Hambre Cero en Brasil, voy a dar testimonio de
cómo se ha desarrollado éste en un año y siete meses de gestión de gobierno.
Tres razones han llevado a Lula a impulsar este programa como prioridad de
su gobierno. La primera es el combate a la pobreza. El 20 de septiembre de 2003,
en la apertura de la Asamblea General de la ONU, el presidente Lula, con apoyo
de Kofi Annan y de otros presidentes, propuso la Campaña mundial contra el
hambre.
Al respecto, quiero recordar que hay cuatro factores de muerte precoz en el
mundo: la guerra, el terrorismo, el SIDA y el hambre, este último es el que mata
más gente, aún más que la suma de las víctimas de los primeros tres causantes.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la
Alimentación (FAO), cada día mueren cien mil personas, de quienes treinta mil son
niños de menos de cinco años de edad. El 11 de septiembre de 2001, mucha
gente se conmovió, y con razón, por las tres mil personas muertas en las Torres
Gemelas de Nueva York. Al relacionarlo con el dato de la FAO, podemos decir que
cada día mueren tantos niños, como el equivalente a dos torres gemelas, sin que
esto cause conmoción, manifestación o protesta.
Me pregunto ¿por qué mientras se legisla en contra del terrorismo, el SIDA, o
la guerra, no se legisla contra la pobreza? La única respuesta que he encontrado
por ahora es cínica: porque de los cuatro factores de mortandad ya señalados, el
único que hace distinción de clase, es la pobreza.
Es una vergüenza para nosotros que dos partes de la población mundial,
cuatro mil millones de personas, vivan en la pobreza o por debajo del índice de la
pobreza, y muchos en la miseria. Esto es una vergüenza. Según la ONU, existen
842 millones de personas en situación de desnutrición crónica. Es urgente una
campaña mundial contra el hambre, porque vivimos en una situación de barbarie,
en la que una minoría tuvo la suerte biológica (es decir, la “lotería biológica”) de
nacer en una familia, en una clase social que no le condena a la muerte precoz.
Es el caso de todos nosotros aquí presentes, que hemos sido premiados por la
lotería biológica. Lo cual no podemos agradecer a Dios, porque Dios no tiene nada
que ver con esta situación.
La segunda es una razón subjetiva. Brasil tiene ciento ochenta millones de
habitantes y figura entre los cinco mayores productores de alimentos en el mundo;
de modo que no tenemos ni falta de alimentos, ni exceso de bocas; tenemos falta
de justicia, porque somos campeones no solamente de fútbol, sino también de
desigualdad social. El 2% de la riqueza del país está en manos del 10% de la
población y el 10% más pobre divide entre sí, comparte entre sí, 0,9% de la
riqueza. Lo que significa que los ricos son más ricos y los pobres más pobres. En
mí país hay que hacer una política de cambio de estructuras para poner fin a la
miseria y reducir drásticamente la desigualdad social.
Y, la tercera razón es que, en poco más de cien años de vida republicana en
Brasil, hubo en 1919 un único presidente que luchó en contra de la pobreza. Lula
es la otra excepción, pues él proviene de la miseria. De los doce hijos de su
madre, cuatro murieron de hambre, antes de cumplir cinco años de edad. El
propio Presidente recuerda que cuando niño tuvo mucha hambre. Esas son las
razones que llevaron a esta prioridad.
En Brasil, el presupuesto de los primeros años de gobierno (...) lo decide el
gobierno anterior. Y en 2003 elaboramos, Hambre cero, presentado en los últimos
días de enero. Habíamos trabajado tres o cuatro meses en su concepción
metodológica para no hacer de él una política pública asistencialista. El punto
nodal era: no hay que hacer asistencialismo. Hay que ejecutar una política pública
de inserción social, de modo que la gente beneficiada pueda caminar de la
exclusión hacia la inclusión social.
Nuestra primera decisión fue: aquí no se va a hacer una maratón de
distribución de comida. Esa fue la primera decisión, porque hacerlo no
lleva a ninguna parte.
Cuando Lula propuso “Hambre cero mundial”, un presidente de Europa
Occidental, (de quien no puedo decir su nombre por razones obvias, para no crear
un problema diplomático) dijo: “sí, mi país va a enviar a África mucha comida”, y
Lula respondió: “no, de ninguna manera, nunca comida”. Porque hay cuatro
errores en esta supuesta generosidad: primero, es la mejor manera de justificar los
subsidios agrícolas en Europa (y en Estados Unidos también); segundo, destruye
las culturas locales; tercero, crea dependencia; y cuarto, es un regalo para los
políticos corruptos, que van a administrar esos subsidios.
La decisión fue hacer un programa de inclusión social. En 2003, Hambre cero
contaba con un presupuesto de 700 millones de dólares, que es muy poco para
nosotros. Para que ustedes tengan una idea, el PIB en Brasil es de 500 mil
millones de dólares. Era muy poco; pero, con este poco teníamos que hacer algo:
arrancar Hambre cero.
Definimos cinco prioridades –el orden no importa– los sin tierra, que son cuatro
millones de familias sin tierra en Brasil, sobre todo los que están acampados en
las carreteras y los asentados, que ya tienen alguna tierra; las aldeas indígenas en
situación de desnutrición (en Brasil hay cerca de 700 mil indígenas); la gente que
vive de la basura (en las grandes ciudades hay familias completas que viven en
basureros); los kilombos, que son descendientes de esclavos (más o menos mil
comunidades que viven en mucha pobreza); y las zonas del nordeste, la más
pobre del país, la zona de la sequía, que comprende once Estados de Brasil.
¿Qué hicimos? En la computadora del Gobierno Central había un catastro
sobre las familias más pobres de Brasil. Tomamos en cuenta este catastro. Según
esta fuente, quienes viven con menos de treinta dólares por mes son once
millones de personas más o menos. Organizamos en todas las comunidades de
Brasil estas cinco prioridades: un Comité hambre cero; dos mil trescientos grupos
Comités hambre cero (que tenía el nombre de comité gestor, ahora tiene el
nombre de Comité hambre cero), con nueve personas, porque en el Gobierno nos
interesa seguir con la práctica política que ha creado las condiciones para que
Lula haga gobierno, que es la capiralidad de la organización social; esto es para
nosotros fundamental, en un gobierno que por primera vez en la historia de Brasil,
hace trabajo de organización de base.
Organizamos en cada municipio un comité de nueve personas, de ellas tres
son propuestas por el poder público: una por el poder federal, otra por el poder
departamental y otra por el municipal.
Los otros seis son elegidos por los grupos organizados de la ciudad: religiosos,
sindicatos, asociaciones, los sin tierra, movimientos organizados muchas veces
conformados por mil o dos mil personas para discutir quiénes serían estas seis
personas.
Este comité ha hecho investigaciones para corroborar si las familias asentadas
en el catastro merecían o no seguir allí; más o menos había un desvío de treinta
por ciento. De cada cien familias, treinta no merecían estar en el catastro, muchas
veces por el mal trabajo de quienes tuvieron a su cargo incluirlas en la lista y
algunas veces por corrupción: el alcalde que incluyó a su sobrina, su vecina, su
tío, que no tenían razón de estar ahí. Nosotros estamos haciendo un plan de
combate al hambre, pero aún no logramos hacer uno de combate al pecado
original (...), entonces, esas situaciones se siguen dando. Bueno; esa es la
ventaja, no es el alcalde quien controla a la gente que debe estar en la lista. Es el
alcalde junto con la sociedad civil organizada en este Comité hambre cero, que
tiene poder de vetar y sacar (...) Así, debo decir que uno de ellos tiene el código
de acceso a la lista y el otro el código para tener acceso a la computadora. Si los
dos no trabajan juntos, nadie puede trabajar.
Unificamos todos los mecanismos federales de transferencia de renta a los
más pobres. Hubo diferentes criterios y mecanismos. Juntamos a todos en un solo
programa que se llama Beca familia. Entonces, Hambre cero camina sobre tres
piernas; primero está la política de transferencia de renta a cada una de las
familias. Pero aquí hay un detalle, el dinero no pasa por las manos del alcalde, y
yo escuché decir a un alcalde: “no, no me gusta Hambre cero porque el dinero no
viene a la alcaldía”; va directamente a la familia. Cada familia tiene una tarjeta
ciudadana y cada mes va al banco federal y saca su dinero. Esta tarjeta se
entrega de preferencia a las mujeres, por razones que, si los hombres quieren
saber, que pregunten a las mujeres, ellas van a saber contestarles.
Estas transferencias son más o menos equivalentes a veinticinco dólares
(considerando que el salario mínimo en Brasil es de más o menos ochenta y cinco
dólares, esta familia tiene para todo el mes veinticinco dólares para comprar
comida). La sospecha de que el marido le va a quitar el dinero a la mujer para
emborracharse no se justifica ¿por qué? porque las familias están organizadas y,
una vez organizadas (quien ha trabajado con el movimiento popular sabe eso), si
pasa, pasa una sola vez, pues las demás familias cuidan de que eso no vuelva a
ocurrir.
Ahora bien, la familia tiene que cumplir tres condiciones, que son deberes
básicos: primero, no puede tener analfabetos; si tiene analfabetos tiene que ir a
un curso de alfabetización y tenemos dentro de Hambre cero, una campaña
nacional de alfabetización; la segunda condición es, que todos los hijos tienen que
estar en la escuela, hasta los quince años de edad; la tercera, seguir un programa
de salud.
Si la familia tiene hijos en edad escolar, tiene derecho a cinco dólares más por
hijo, hasta un máximo de tres hijos por familia. Y cuando hacemos sociedad con el
gobierno del Estado y el gobierno municipal, ellos también añaden alguna cuota
más de dinero, de modo que hay poblaciones Hambre cero que reciben alrededor
de ochenta dólares (casi un salario mínimo completo) porque ahí hay una
participación más efectiva de los poderes locales.
Todos, todos los viejos, los que tienen más de sesenta y cinco años de edad y viven en la
zona rural, tienen derecho a un salario mínimo por mes. Esto ha redundado en muchos
problemas: antes era para las familias pobres un problema tener a los viejos en las casas,
ahora, hay familias que quieren tener muchos viejos.
Son políticas efectivas de transferencia a la gente; esa es la primera pierna.
Pero no basta; con esto no se va a sacar a la gente de la miseria; entonces hay un
segundo aspecto, una segunda pierna: son las políticas estructurales. Hambre
cero es una política pública, un abanico que comprende sesenta programas
públicos, con la participación de la sociedad civil. Va desde la reforma agraria, la
capacitación laboral, el cooperativismo, la agricultura familiar, hasta un complejo
de programas distintos que crean las condiciones para que la gente pueda salir de
la miseria. Voy a reseñar dos o tres programas fundamentales. Debo aclarar que
este año el presupuesto de Hambre cero corresponde a uno por ciento del PIB de
Brasil: cinco mil millones de dólares. Para nosotros es muy significativo, no
suficiente, pero muy significativo por ser una prioridad del Gobierno.
Uno de los programas consiste en que cuando tenemos que comprar
alimentos para formar canastas para situaciones y necesidades, por ejemplo,
aldeas indígenas o gente que está en campamentos de los sin tierra en la
carretera y que no tiene como producir algún alimento, tenemos que formar una
canasta básica. Jamás compramos en el comercio.
Lo anterior significa que no compramos comida del comercio; compramos
directo a la agricultura familiar. Esto crea una circulación de riqueza y puestos de
trabajo en las zonas más pobres de Brasil. Si me preguntaran ¿cuáles son las
señales más sensibles de los avances de Hambre cero? respondería que son tres:
una es sociopolítica; desde que empezó el Gobierno, cuando se ha preguntado en
todas las encuestas ¿cuáles han sido los mejores logros del gobierno de Lula? en
primer lugar, Hambre Cero.
Los efectos más sensibles de este pro-grama son la reducción de la
desnutrición y de la mortalidad infantil. Yo conozco municipios de Hambre cero
que, en diciembre de 2002, en el noreste de Brasil, tenían un índice de mortalidad
infantil de cincuenta y uno por cada mil niños nacidos vivos, durante el primer año.
En junio de 2004, en este mismo municipio hubo mortalidad infantil cero. Por
razones muy sencillas, por ejemplo, el trata-miento del agua: porque por cada tres
niños que mueren de hambre en el noreste, dos son por el agua contaminada. Así
es que, una capacitación sobre cómo tratar el agua y hacer un pequeño trabajo
de saneamiento en la ciudad cambia significativamente la mortalidad.
En cada zona de Brasil agrupamos alrededor de diez o veinte municipios y
hacemos un círculo e instituimos un Consejo de Seguridad, Alimentación y
Desarrollo Sostenible.
Qué es lo que persigue este Consejo; busca en la gente (porque debo decir
que toda metodología de Hambre cero está basada en la metodología de Paulo
Freire) sus iniciativas productivas, no aquellas que nosotros pensamos que van a
ser buenas. Porque Hambre cero quiere seguir la misma lógica de un presupuesto
participativo, que es una iniciativa de las alcaldías del PT en Brasil. Pero, como no
es posible hacer un presupuesto participativo en todo el país, al menos que
queramos seguir con esta práctica que es más democrática: ir de abajo para
arriba; esto es lo más democrático posible, con participación de la gente.
A través de la discusión con la gente, vamos a descubrir formas de economía
solidaria, de comercio justo. Voy a dar un ejemplo: en una zona muy pobre, un
señor me dijo: “bueno yo vivo en una situación muy difícil, porque lo único que
esta tierra produce es yuca, y ¿por qué yuca? porque mi abuelo aquí plantaba
yuca y mi padre también”. En esta misma zona, los Consejos han descubierto que
había abejas en la zona de sequía, en donde las abejas tienen pocas flores y
trabajan como esclavas. Por eso producen la mejor miel de Brasil, la más
aceptada para la exportación, porque tiene bajo nivel de oxidación. Entonces,
ahora esta gente que plantaba yuca gana dinero con miel de abeja. Este es un
ejemplo de cómo vamos buscando con la gente formas alternativas de producción.
Para hacer de Hambre cero un pro-grama exitoso, Lula propone cinco grandes
reformas estructurales; tres ya están listas, en pro-ceso, y dos todavía se
están elaboran-do. Las primeras tres son la seguridad social, la tributaria y la
agraria; las que están en estudio son la laboral y la política.
La reforma agraria consiste en asentar quinientas treinta mil familias en cuatro
años. El Movimiento de los sin tierra, con el que tenemos excelentes relaciones,
es muy crítico al Gobierno, pero ningún movimiento social, hasta ahora, ha roto
con el Gobierno y nosotros somos los primeros en decir que hay que ser críticos.
Bien, yo trabajo en la Oficina de Movilización Social de la Presidencia de la
República y, que yo sepa, a los gobernantes les gusta la sociedad inmovilizada, y
Lula ha creado una oficina de movilización social (lo que los antiguos partidos
comunistas llamaban ”agitación y propaganda”). Pero, como soy un fraile y estoy
en un programa que es la versión política de la multiplicación de los panes y los
peces de Jesús, entonces, nadie puede acusarme por alguna sospecha.
Los Sin tierra querían un millón de familias, y Lula dijo, un millón es lo ideal,
pero no tenemos presupuesto para eso. No tenemos condiciones, tenemos
condiciones para quinientas treinta mil familias. Para asentar a estas familias con
calidad.
Claro, tenemos problemas. Para entender al gobierno de Lula hay que tener
anteojos; son dos lentes ahí, fundamentales. Primero, porque hay gente de la
izquierda que hasta ahora no ha entendido bien. Hay que recordar que Lula no
llegó el 1 de enero de 1959 a La Habana, no hizo una revolución, ganó una
elección. Es muy distinto hacer una revolución y ganar una elección. Estamos
haciendo una reforma agraria (además el poder judicial y el poder legislativo en
Brasil son de tendencia conservadora) y las reformas tienen que pasar por ellos;
por tanto, las reformas no se pasan con la prisa que la gente quiere. Yo mismo me
siento (...) a veces mis amigos me preguntan ¿cómo se siente en el gobierno? yo
nunca había sido funcionario público; me siento montado en una tortuga, muy
lejos, y el animal es lento, muy lento.
Con la primera lente debemos ver que Lula no hizo una revolución, ganó las
elecciones; con la segunda, que llegamos al gobierno, no llegamos al poder.
Ahora se trata de conquistar gradualmente parcelas de poder. Y tenemos presente
en la memoria de la izquierda de la América Latina, que Joao Goulart pensó que al
llegar al gobierno había llegado al poder, lo mismo que Allende y el Frente
Sandinista. Y no queremos ser una bella página del pasado de la izquierda en
Amé-rica Latina. Intentamos aprender de la experiencia de nuestros honorables
compañeros de la lucha por la liberación de Amé-rica Latina,
La tercera pierna de Hambre cero es la educación popular. Porque, partiendo
de cierto principio que está basado en un verso de un escritor cubano que se
llama A. Cardoso: “el ser humano tiene dos grandes hambres, de pan y de
belleza; la primera es saciable y la segunda insaciable”. Partimos de esto: que no
basta ofrecer a la gente cosas materiales. También por-que nosotros venimos de
una experiencia con las comunidades eclesiásticas de base en Brasil, con los
movimientos populares, y jamás hemos ofrecido ningún bien material; lo único que
tenemos que ofrecer es un bien simbólico, una nueva visión del mundo, una nueva
subjetividad; desde ahí, producimos una clase de nuevos militantes políticos, de
protagonistas políticos.
Así es que, cuando la gente pregunta ¿cómo se siente ahí en la explanada, en
Brasil, en donde están todos los ministerios? contesto que me siento muy bien,
porque a la mitad de los ministros de Lula los conocí en las comunidades
eclesiásticas de base y a la otra en la cárcel. Como estuve en esos dos lugares,
entonces, me siento muy bien ahí.
Quiero hablar de Marina Silva, actual Ministra de Medio Ambiente, originaria de
la Amazonía, discípula de Chico Mendes; ella aprendió a leer a los catorce años
de edad y ahora es una figura emblemática de la lucha ecológica, de la lucha por
la protección de este planeta que estamos violando en todo.
Hacemos trabajo de educación popular a través de un equipo que congrega
siete centros de educadores en todo el país llamado taller, lo que para ustedes
significa oficina, capa-citación, para nosotros es cubierto, y como tiene la doble
resonancia, le llamamos taller. Éste trabaja con cada una de las familias de
Hambre cero; o sea: produce mecanismos de educación para llegar a todas las
familias, de manera que la familia pueda cambiar sus paradigmas y asumir su
autoestima y su protagonismo sociopolítico.
Algunos me preguntan ¿y tú crees que un pobre, semianalfabeto, puede llegar
a ser protagonista político? A lo que respondo: claro que sí, porque conozco a
varios ministros de Lula que han hecho este recorrido; pero, el más pobre de todos
ha sido el propio Lula, ahora Presidente de Brasil. Yo siempre he dicho que, si
hay una persona responsable de todo esto, esta persona se llama Paulo Freire. Si
comprendemos la pedagogía de Paulo Freire, podemos comprender lo que pasó
en Brasil, entenderíamos por qué el PT llegó al Gobierno Federal.
Tenemos un programa muy importante dentro de Hambre cero que se llama
Sed cero. Al respecto quiero comentar: en México hay nieve en algunas partes, lo
mismo que en Argentina y en Chile. Yo nunca he escuchado que en Argentina o
en el sur de la Patagonia se haga un programa nacional de combate a la nieve,
porque no se combate a la nieve, se aprende a convivir con la nieve; se combate
al frío. En los gobiernos anteriores de Brasil había un programa nacional de
combate a la sequía.
Hace veinte años, un genio llamado Manuel, un agricultor semianalfabeto,
inventó, descubrió tres cosas importantes: primero que no se combate la sequía,
sino se aprende a convivir con ella; hay que combatir la sed. Segundo, que San
Pedro (que es el protector de la lluvia en Brasil) no ha sido injusto porque, a pesar
de que las lluvias llegan pocos días, si la familia trata de conservar agua durante
estos pocos días, va a tener agua para todo el período de la sequía. Y, la tercera,
que sí se puede desarrollar una tecnología muy barata y eficaz para captar agua
de lluvia; inventó una cisterna de captación de agua de lluvia incorporada al techo
de su vivienda. Explico: ésta pasa por todo el techo (y ustedes saben que el agua
de lluvia es potable).
Cada día estoy más decepcionado con los arquitectos, con los ingenieros.
¿Por qué no hacen esto en nuestras casas? Si el agua de lluvia es gratis, es
gratuita, es potable, es sana. La gente ahora está preocupada en el mundo
porque el agua se termina, pero Dios sigue mandando agua gratuitamente, sin
tener que pagar.
Ahora tenemos planificado construir un millón de cisternas. Una cisterna de
éstas cuesta doscientos cincuenta dólares, dura cuarenta años y libera a la familia,
política, social y económicamente. Políticamente, porque jubila a todos los
políticos que viven del comercio del agua y que son muchos en el noreste de
Brasil; socialmente, porque mujeres y niños ya no tienen que caminar kilómetros
cada día para buscar agua contaminada; ahora la mujer puede dedicarse con su
marido a la agricultura familiar y los niños pueden ir a la escuela; y
económicamente, porque mueve la agricultura familiar. La gente es muy
inteligente, porque aprovecha el agua: el agua del baño, de la limpieza, de los
trastos de cocina. No la desperdicia, la conserva y riega las plantas, la utiliza en la
plantación pero con cuidado de mantener tres o cuatro palmos de distancia, para
que la tierra asegure los ingredientes químicos; así hay un gran aprovechamiento
del agua.
Cada una de estas cisternas tiene capacidad para seis mil litros de agua.
Suficiente para que una familia pueda pasar nueve meses (una familia de hasta
cinco personas) con agua todo el tiempo.
Dentro del Programa tenemos una serie de programas de movilización; más o
menos cuatrocientas empresas (muchas son multinacionales) participan en el
Programa Hambre cero. ¿Cómo participan? Hay empresas que adoptan un
municipio Hambre cero y van al Comité, con el alcalde, a debatir en qué rubro van
a invertir: en la educación, en la salud o en la capacitación laboral; después, se
toma una decisión. Así, las empresas van cumpliendo con su responsabilidad
social.
Además, tenemos un programa que se llama Escuelas hermanas, y funciona
así: una escuela de Sao Paulo o de Río se convierte en hermana de una es-cuela
de niños pobres de Hambre cero, y a través de cartas se comunican. Durante las
vacaciones viajan, hacen intercambios, etcétera; es muy interesante. Además
tenemos programas de participación de iglesias, sindicatos y ONG; en fin, hay lugar
para todo tipo de gente en el Programa.
Bueno, se me terminó el tiempo. Quería compartir con ustedes esta política.
Tenemos muchas dificultades para hacer la sinergia entre las políticas públicas;
tenemos muchas dificultades para conseguir la participación de todos los alcaldes,
de algunos gobernadores, pero vamos hacia adelante.
Hasta ahora hemos llegado a cuatro millones de familias; en diciembre
llegaremos a seis millones y medio de familias y posiblemente vamos a cumplir la
meta; no significa que la gente vaya a salir de su pobreza, pero creemos que
vamos a reducir drásticamente la miseria en nuestro país.
Muchas gracias