domingo, 16 de enero de 2011

Los partidos, DE ESPALDAS AL PUEBLO


J. Osiris Mota

15 de Enero, 2011.

El presidente de la JCE, Dr. Roberto Rosario, ha revelado en la apertura del Seminario Internacional sobre Marco Jurídicos de los Partidos Políticos, que en República Dominicana ‘operan como instituciones abiertas, sin reglas ni sanciones, situación que ha facilitado que ingresen personas ligadas con dinero obtenido de manera ilícita’. Y yo agregaría sin proyectos ni planes más que favorecer sus intereses y acciones antidemocráticas, que están afectando seriamente el desarrollo de la nación.

Si hacemos una revisión de cómo están actuando los grupos de poder que han secuestrado los partidos, notaremos que además de la alianza que hacen entre ellos, sin contradicciones mínimas, están vulnerando las organizaciones y convirtiéndola exclusivamente en proyectos y franquicias para perpetuar la corrupción la impunidad y la falta de transparencia en la ejecución de proyectos y planes en vía de mejorar las condiciones de vida de los dominicanos.

Nadie que no tenga mucho dinero, puede mantener o aspirar a una candidatura ni siquiera para una posición dentro del partidos y menos para la dirección del Estado, y todos sabemos que quien ha ganado con trabajo honrado algún patrimonio familiar, no lo va a invertir en un proyecto improbable, lo que hace que cada vez, la direcciones de los partidos y del Estado, valla quedando en manos de personas sin valores, sin principios y menos escrupulosos.

Muchos necesitan llegar a una posición política para lavar un poco su imagen, porque son tan pobres que solo tienen mucho dinero. Y nuestro congreso, como nuestros ayuntamientos están lleno en un número creciente de personas que lo menos que han hecho es carrera política, ni se han preparado para dirigir nada con criterio ni valoración social, encontrando de aliados a dirigentes políticos sin escrúpulos que pretendieron financiar su propia carrera con el botín del invitado.

La preocupación del presidente de la JCE es muy válida, y el está consciente del peligro que aguarda a la democracia con el deterioro de los partidos, porque vive en las entrañas del monstruos que se come la confianza y la valoración de las bases y de la ciudadanía, que aun no tiene una mejor manera de resolver y organizar la sociedad, que no sea a través del juego de la democracia. Y los dominicanos tenemos un espejo muy brillante, que nos está cegando la razón. Haití, donde la falta de instituciones, ha condenado al fracaso como sociedad civilizada.

Nuestros partidos son los que dirigen las instituciones y poderes del Estado, y si no pueden, o no tienen direcciones con prácticas y criterios democráticos, no tienen institucionalidad funcional, y solo imponen las decisiones que convienen a los grupos que ostentan el poder, no tenemos razón para pensar que a la dirección del Estado llevaran practicas diferentes, con la agravante de que los vicios aquí afectan en mayor medida a todos los ciudadanos, sin importar que no esté inscripto en el partido de gobierno.

El presidente de la JCE, Dr. Roberto Rosario, tiene una gran responsabilidad como dominicano notable, y es ejercer todas sus posibilidades para mejorar la práctica de los partidos políticos, porque si bien hoy los dominicanos han sido muy permisivo, no creo que soporten por todo el tiempo, mientras el costo de la corrompida burocracia política crece a costa de sus bolsillos sin ninguna recompensa.

martes, 11 de enero de 2011

LA REELECCION NO ES LO MEJOR PARA TODOS.


J. Osiris Mota

5 de Enero, 2010

Cuando el ex presidente Lago nos visito en una ocasión estando en el palacio de gobierno frente al presidente Fernández y sus funcionarios dijo que: …el mandatario que piensa en la próximas elecciones, no piensa en las próximas generaciones…, estaba haciendo una confirmación del pensamiento boschista que entendía que como no tenemos un Estado con instituciones fuerte y gran acervo democrático, prohibió en la constitución del 1963, siendo el presidente de todos los dominicanos, la reelección.

Nosotros hemos escuchado muchas veces al presidente Fernández, decir que le gusta el modelo americano, de dos mandatos seguidos, y has tenido la suerte de tener un mandato sin reelección y dos mandatos continuo, que en termino personal, para cualquier ser humano es una gran conquista que muy pocos en el mundo pueden celebrar con orgullo, pues asumo que lo más conveniente es que sea consecuente con su discurso.

También nos ha dicho que una tercera reelección sería muy difícil y traumática, y agrego que podría en juego su futuro político, la unidad del partido y la estabilidad de la economía dominicana, pero asimismo minaría la democracia, que requiere de instituciones fuerte y transparente en el cumplimiento de sus leyes, en el principio del bienestar para todos.

La enseñanza que nos deja el presidente LULA, como recientemente también la presidenta Bachelet, es que concentrarse en hacer buenos gobiernos, sin pensar y distraerse en los afanes y la obstinación por el poder, conllevan mejores resultados para todos los ciudadanos de un país, y con más razón en el nuestro donde las instituciones no gozan de la solidez que la de Brasil y Chile. Ambos presidente salieron con la máxima aprobación de sus respectivos pueblos, donde seguirán influenciando el buen gobierno y contando con el aprecio de todos.

Iniciamos un nuevo año, el cual es la antesala del 2012, cuando deberemos realizar las elecciones generales. Si nuestras instituciones, tanto del ejecutivo como del legislativo, se disgregan en asuntos electorales, y no asumen la agenda de buen gobierno, con la intención clara de terminar los proyectos, compromisos y deberes, estaremos atrasando el desarrollo del país, y poniendo en juego todo lo que hasta ahora hemos logrado.

La soberbia precede a la caída, las circunstancias demandan humildad, coraje e inteligencia, y dar gracias a Dios que el presidente ha sido muy consecuente con los funcionarios que mantiene aun por encima de críticas con o sin fundamentos, acompañándole en todo el tiempo de su mandato, ignorando muchas veces otros ciudadanos capaces y hasta la propia organización. Obstinarse en el afán reeleccionista, que no es más que su propia reelección, no es la salida más inteligente. Tal vez sea la más peligrosa para el futuro de todos, sin que ello garantice la permanencia del partido en el poder, y estoy seguro, que serán los que más lo van a lamentar. Oremos porque los reyes magos, nos dejen salud y claridad mental.