Celebramos el día internacional de los trabajadores, sin pena ni gloria. Y ante tantas penurias que enfrentan, era de esperar, un poco de agitación y despliegue en reclamos de mejores condiciones de vida.
Esta situación refleja, la falta de conciencia de clase, y de organización que afecta todo el cuerpo social del país. Asimismo, no contamos con una burguesía con conciencia de clase, faltando ese comportamiento clave en la institucionalización del capitalismo.
Un país necesita de sus fuerzas sociales contrapuesta, en lucha por mejorar constantemente las condiciones de vida de sus integrantes, que impulsen los proyectos de desarrollo necesario para ir creando cada día una nación fuerte y con oportunidades para sus ciudadanos.
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