
LA MUERTE, pero la vida continua.
J. Osiris Mota
21 de Noviembre, 2010.
Todo muere, hasta las estrellas, porque la misma muerte encarna el cambio, lo único que supera la vida. J.O.M.
Se murió Freddy Bera Goico, y todos lamentamos su muerte, a la edad de 70 anos, de la que permaneció 50 ganándose la vida como artista de la palabra y el entretenimiento. También nos hizo llorar y reflexionar en sus momentos de rebeldía ante el statu quo.
Pero el show continua, y su espacio será llenado por otros, no tan bueno como el, pero porque no.
Nos duele cuando muere alguien, y sentiremos pesar por su muerte, tanto como sentíamos su presencia con nosotros. Momentos estos que hacen mirarnos a nosotros mismos y examinar cómo vivimos, con cuales propósitos en esta tierra.
Ocasión ideal para pensar que si no somos capaces de hacer feliz a los demás, por lo menos que nuestros actos no lo impidan, con lo que , estaremos contribuyendo en algo a la felicidad, porque una gran parte de la infelicidad de muchos humanos se debe a las acciones egoístas, de otra buena parte.
Los occidentales nos creemos eternos, y es por ello que vemos la muerte de una manera catastrófica, aun aquellos que tienen la convicción de encontrarse con su Dios, cuando se ausenten de nosotros.
Nos pasamos toda la vida acumulando cosas, que luego no podemos llevarnos ni siquiera de viajes corto por la tierra, incrementando los desechos que contaminaran la vida de los que se van quedando.
Aquí vale la pena vivir la vida sirviendo y empeñándonos hacer espacios felices, porque no solo cuando muramos nos recordaran con agrado, también en vida, la satisfacción de vivir para servir nos dará la esencia de una verdadera felicidad que a lo sumo es lo que todos perseguimos con diferentes estímulos y motivaciones.
Lo importante es saber vivir, y prepararse para morir con dignidad, porque de ello dependerá la otra vida. La que le corresponderá vivir a nuestra memoria, y que mas allá de cuando pasemos el umbral de la muerte, estará afectando a nuestros vivos que viven con nosotros compartiendo los espacios, negativa o positivamente. Eso va a depender de nosotros, de cómo vivamos y para qué