J. Osiris Mota
15 de Sept. 2010
En una ocasión, estando en el gobierno en 1997, pregunte al secretario de la presidencia, hoy precandidato, si el gobierno no construiría viviendas para los funcionarios a precio que pudieran pagar con los bajos salarios del gobierno de entonces.
Me confirmo que se estaba pensando hacer proyectos pero que me recomendaba no adquirir bienes del Estado para que nadie pudiera acusarnos de beneficiarnos con los bienes del Estado, ni el uso de influencia, y que yo tenía la capacidad de adquirirlo a través de una asociación.
Así lo hice y en 1998 compramos un apto. En el Millon, con un financiamiento de la Asociación Popular de Ahorros y Prestamos, donde residí hasta agosto de este año. Tampoco conozco una sola propiedad de mi amigo Danilo Medina, y menos que se halla beneficiado con bienes del Estado. Razones estas que me hacen sentir orgulloso de su amistad.
Una buena parte de los políticos, entiende, que es un derecho beneficiarse, mas allá de lo que cada uno merecería o podrían lograr fuera de un cargo en el gobierno.
Y lo peor de todo, es que en una gran proporción, no aportan nada, con lo que podrían compensar sus fechorías, al frente de las cosas publicas, con lo que pudiéramos, por lo menos cubrir las pérdidas o la expropiación con los beneficios alcanzado.
En el país contamos con muchas gentes probos, muchos políticos honestos, que al parecer no cuentan con las agallas suficientes para imponer su criterio, sobre la percepción que tiene la población de que todos los que hacen vida publica somos corruptos.
En verdad tenemos mucha gente deshonesta fuera y dentro del gobierno, Porque no solo se es corrupto cuando se roba dineros y bienes públicos, se cometen muchas manifestaciones en el comportamiento humano, que hieren el honor y la decencia de una familia, también del partido y en particular de los líderes y proyecto que seguimos.
Por lo tanto debemos cuidar siempre los entornos, donde pretendemos construir los proyectos que saquemos adelante la Nación con sacrificio y transparencia frente a nuestra conciencia, que nos hagan merecer el respeto de los demás.
Debemos dar testimonio con nuestro ejemplo y no con nuestro discurso. Por eso estoy claro que para el 2012 no hay un mejor candidato que Danilo Medina.
ResponderEliminarJuan Reyes