J. Osiris Mota.
18 de Agosto, 2010.
Las estadísticas de la Tesorería de la seguridad social, no me dejan mentir, cuando digo que más del 75% de la población empleada, gana salarios por debajo de RD$10,000. Con lo que apenas se compran U$290 dólares, que con una canasta de más de RD$18,000. En los cálculos del Banco Central, no alcanza para alimentar adecuadamente a la familia, y menos para ofrecerle una vida digna.
Cuando nos ponemos a hurgar nuestros índices de desarrollo, encontramos la desdicha de contar con una población pobre que casi alcanza a la mitad de los más de 9 millones de dominicanos, donde el 15% está en la línea de pobreza extrema.
Con este cuadro, no podemos sentirnos satisfecho. Ningún gobierno puede ufanarse de ningún logro, presentando al mundo estas estadísticas azarosas, y sin ni siquiera con la voluntad política de implantar planes concretos que nos indiquen que estamos consciente del problema y lo enfrentamos con la valentía que requieren las circunstancias.
Pero por otro lado, crecen las ocupaciones informales, lo que indica que una gran cantidad de dominicanos y dominicanas, hacen labores donde no cuentan con seguros de salud, donde aun no ha iniciado el régimen contributivo subsidiado, y mantenemos el costo de salud más caro del área.
Se dice que debemos cambiar el modelo económico. Pero hace tiempo que todos sabemos que tenemos que cambiar muchas cosas, pero nos gusta escucharnos decirlo, escribirlo y dictar conferencias sobre estos temas, y las estadísticas siguen empeorando.
Nuestros políticos por su parte solo están contribuyendo hacer más pesada la burocracia, cara y mala, y fortaleciendo las estructuras de poder obsoleta que mantiene los privilegios de las clases oligarcas mas atrasada y corrupta de la sociedad.
El mismo Estado está embarcado en grandes y megas proyectos, que realizan grandes y millonarias empresas con maquinarias y el mínimo número de empleos, que no contribuyen a distribuir las riquezas, y mucho menos a invertir con justicia y equidad el presupuesto nacional, en todo el territorio nacional.
Las carreteras y las instalaciones de toda la geografía dejan mucho que desear, lo que está empujando a los ciudadanos a emigrar y engordar los cinturones de miseria de la ciudad capital y de la provincia de Santo Dgo. Con la esperanza de conseguir empleo.
Así nos estamos acomodando, y el que no ve los logros del gobierno es más que un ingrato, al que no merece ponérsele atención, hasta las próximas elecciones donde apagamos las voces discordantes a son de clientelismo, bachata y ron, y que siga la fiesta porque nadie toca mejor música que la nuestra.
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